Consejos

I.    Consejos por tramos de edad

 
Consejos por tramos de edad dirigidos a padres, cuidadores y niños/as hasta los 18 años.
-    Cuidados del recién nacido
-    Cuidados en el primer año de vida
-    Cuidados de 1 a 3 años
-    Cuidados del preescolar (3 a 5 años)
-    Cuidados del escolar (6 a 11 años)
-    Consejos para la etapa adolescente (11 a 18 años)

II.    Consejos generales

Lactancia materna:
El recién nacido tiene un sistema inmune inmaduro y está expuesto a gran cantidad de microorganismos patógenos desde el momento de su nacimiento. Sin embargo, la leche materna le confiere inmunidad pasiva y activa, hasta que él bebe adquiere su propia competencia
inmunológica.

Se aconseja una duración mínima de 6 meses de lactancia materna exclusiva y al menos 12-24 meses junto a otros alimentos.

Apego seguro y parentalidad positiva
El buen trato durante la infancia promueve el buen desarrollo y bienestar infantil, base del equilibrio mental de los futuros adultos.

•    Apego

Es el vínculo emocional profundo que se desarrolla entre los menores y sus cuidadores principales. Este vínculo es crucial para el desarrollo social, emocional y cognitivo de los niños y las niñas.
 
•    Parentalidad positiva
Se centra en las relaciones del adulto con el niño o niña, basadas en el respeto mutuo, la empatía y la comunicación afectiva. Este tipo de relaciones ayudan a fomentar la autonomía, la autoestima y las habilidades sociales a la vez que se establecen límites claros y consistentes de manera amorosa y comprensiva.

Piojos
Son insectos pequeños de cuerpo alargado y aplanado, de color blanco grisáceo sin alas. La hembra pone huevos o liendres por la noche en la base del pelo.

Se transmiten de persona a persona por contacto de una cabeza con otra y por el uso común de gorros, peines, etc.

Provocan un intenso picor en la cabeza que da lugar a rascado del cuero cabelludo y se pueden producir heridas y favorecer la infección y formación de costras.

Si sospecha que el niño/a puede tener piojos debe revisar el cabello de toda la cabeza, sobre todo, detrás de las orejas y en la nuca. Los huevos o liendres se ven como escamitas blancas y se diferencian de la caspa en que están pegadas al pelo y se desprenden con dificultad. Debe revisarse el cuero cabelludo toda la familia y avisar al colegio y a las personas que hayan estado en contacto con el niño/a.
Para su tratamiento debe consultar al pediatra. 

Higiene del sueño
La higiene de sueño es el conjunto de recomendaciones ambientales y de comportamiento destinadas a promover un sueño saludable.

Un sueño inadecuado por calidad o cantidad puede causar somnolencia, dolor de cabeza, dificultades de atención y rendimiento escolar, así como otros problemas que afectan significativamente a la calidad de vida de los niños y sus familias.

Con la adopción de una adecuada higiene de sueño desde el nacimiento del bebé la mayoría de estos problemas podrían prevenirse.

Salud de la boca y dientes
La prevención de las enfermedades bucodentales tiene como etapa idónea a la infancia ya que es el período en el que va apareciendo la dentadura de leche y definitiva, siendo el momento adecuado para adquirir conocimientos y hábitos saludables y para aplicar medidas preventivas eficaces, especialmente en los niños y las niñas en los que se detecta riesgo en los exámenes de salud de la cavidad oral.

En los primeros 12 meses de vida:
Alrededor de los 6 meses empiezan a aparecer los dientes de leche. En estos dientes la caries se desarrolla con facilidad y puede destruir el diente rápidamente. La caries es una enfermedad infecciosa producida por bacterias que pueden llegar a la boca del bebé desde la boca de los adultos que lo cuidan, incluso antes de que aparezca el primer diente. La caries en los dientes de leche es el principal factor de riesgo de caries en los dientes definitivos.

Para prevenir la caries dental en el bebé es conveniente: 
• Evitar hábitos que favorecen la transmisión de bacterias desde la boca del adulto a la del bebé como:
 - Compartir con el bebé cucharas, vasos, etc.
 - Limpiar la tetina o el chupete del bebé con la boca.
 - Soplar sobre la comida del bebé. 
• Limpiar las encías y lengua con una gasa humedecida con agua o con un dedal de silicona después de cada toma, y los dientes, en cuanto aparezcan, con un cepillo dental infantil poniendo un barrillo de pasta dental fluorada de 1000 ppm de flúor en el cepillado de la noche. 
• No poner sustancias azucaradas en el chupete o la tetina del biberón. 
• No dejar dormir al bebé succionando el biberón o el pecho y limpiarle la boca y dientes antes de dormir (durante el descanso nocturno hay menos cantidad de saliva que protege los dientes de la caries). 
• Ofrecerle solo agua como bebida entre las comidas, utilizando un vasito a partir de los 6-9 meses.

De 1 a 5 años:
Es importante darle la comida cada vez menos triturada, ya que la masticación ayuda a desarrollar bien los maxilares.

Para prevenir las enfermedades orales en el niño/a es conveniente:
• Evitar los alimentos con “azucares ocultos”: golosinas, bollería, pan de molde, zumos envasados, refrescos, etc. Acostumbrar al niño/a a calmar la sed con agua. Si le gustan los zumos de fruta, ofrecerle como máximo uno al día, preferentemente natural y solamente durante las comidas.
• Seguir las pautas de alimentación indicadas en la consulta de pediatría, teniendo en cuenta que algunos alimentos favorecen el desarrollo de caries dental.
• Cepillarle los dientes después de las comidas, después de tomar bebidas azucaradas y tras la toma de jarabes o aerosoles. Utilizar un cepillo dental infantil, poniendo un barrillo de pasta dental con 1000 ppm de flúor en los primeros años y una cantidad del tamaño de un guisante a partir de los 3 años de edad.
•Abandonar el chupete y el biberón alrededor de los 2 años de edad.

De 6 a 14 años:
Van apareciendo los dientes definitivos, se alcanza mayor autonomía en la alimentación (comidas fuera de casa, toma de decisiones, etc.) y va mejorando la destreza en el cepillado dental.
Para prevenir las enfermedades orales en el niño/a es conveniente: 
• Alimentación variada y equilibrada, limitando los alimentos dulces, líquidos o sólidos, entre las comidas (refrescos, batidos, zumos preparados, lácteos azucarados, helados, aperitivos, etc.).
• Limitar los almuerzos y meriendas con alimentos pastosos y dulces (bollería industrial, cremas de chocolate, mermelada), o con aperitivos salados; sustituyéndolos, por ejemplo, por bocadillos de queso, o fruta. 
• Supervisar el cepillado dental del niño/a y ayudarle hasta que tenga la suficiente destreza (8-9 años). Utilizar pasta dental con más de 1000 ppm de flúor. Es fundamental el cepillado después de la última comida sólida o líquida antes de acostarse. 
• Revisiones periódicas por el profesional de odontología.

Fotoprotección

La fotoprotección tiene como objetivo prevenir el daño que ocurre en la piel como resultado de su exposición a la radiación ultravioleta de sol (UVA y UVB).
Consejos de fotoprotección:
• Procurar que el niño/a no esté al sol en las horas de mayor intensidad, sobre todo en los meses de verano. Los primeros días hay que tomar el sol poco a poco. Durante el resto del año también hay que proteger la piel de los efectos del sol.
• Ponerle crema cada 2 o 3 horas con el factor protección indicado por el pediatra, 20 minutos antes de estar al sol. 
• Ponerle gorro y camiseta incluso para bañarse.
• Busca la sombra para jugar.

Tabaquismo pasivo

El tabaquismo pasivo es la exposición de las personas no fumadoras al aire contaminado por el humo del tabaco en lugares cerrados. 

La exposición al tabaquismo pasivo en la infancia provoca aumento del riesgo de muerte súbita del lactante y enfermedades de vías respiratorias. 
La exposición al tabaquismo pasivo en el hogar incrementa la posibilidad de que los niños y niñas se conviertan en adolescentes y adultos fumadores.

Consejos de prevención del tabaquismo pasivo:

•    No fumar en casa
•    No fumar en el coche
•    No fumar delante de los niños


Prevención de accidentes infantiles en el hogar 

A medida que los menores crecen y maduran, aumentan su autonomía de movimientos dentro del hogar. En los primeros cinco años de vida los accidentes infantiles, generalmente, se producen en la casa. Pueden evitarse educando a los menores para que aprendan a reconocer, conforme crecen, las situaciones de riesgo de accidente y adaptando la casa para que sea más segura. 
 

 

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