ALERTAS ALIMENTARIAS

La gestión de la red de alerta alimentaria se efectúa a nivel nacional a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI).

El SCIRI es un sistema diseñado en forma de red, que permite mantener una constante vigilancia frente a cualquier riesgo o incidencia que, relacionado con los alimentos, pueda afectar a la salud de los consumidores.

El objetivo fundamental de este sistema es garantizar a los consumidores que los productos que se encuentran en mercado son seguros y no presentan riesgos para su salud.

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BIOLÓGICOS

Son la causa más común de las toxiinfecciones alimentarias. Los agentes implicados en estas de intoxicación son las bacterias, virus, hongos, priones, parásitos y algunos metabolitos y/o toxinas microbianas. Estas intoxicaciones en su mayoría cursa con infecciones gastrointestinales de mayor o menor gravedad, pero que en determinadas ocasiones puede dar lugar a patologías más severas. Los peligros biológicos pueden presentarse en cualquier etapa de la cadena alimentaria incluido el domicilio del consumidor final. Por todo ello y a raíz de las pasadas crisis alimentarias desde la Unión Europea, se han desarrollado medidas encaminadas a aumentar el nivel de seguridad alimentaria y devolver la confianza a los consumidores. Para ello se han fijado criterios microbiológicos, aplicables bien a los procesos para la producción de alimentos o bien a los productos finales, que se verifican a través de las auditorias, inspecciones, muestreos y análisis de los alimentos. Así mismo se realizan estudios puntuales de situación para diferentes riesgos biológicos.

QUÍMICOS

Los alimentos pueden contener sustancias químicas con propiedades toxicológicas cuya exposición puede ser perjudicial para personas y animales. Estas sustancias pueden ser adquiridas por diferentes vías por los alimentos. Así pueden llegar al ser añadidas intencionadamente, por contaminación ambiental, por transferencia por contacto con materiales o por prácticas culinarias (barbacoas, frituras, etc.).

De esta manera, se pueden encontrar: residuos de la producción primaria como fitosanitarios, fertilizantes, residuos medicamentos veterinarios, etc), sustancias con finalidades tecnológicas (aditivos, coadyuvantes tecnológicos, aromas, etc), compuestos que migran al alimento desde un material en contacto con el mismo, contaminantes ambientales presentes en las materias primas que persisten en el producto final (dioxinas, PCB, metales pesados, etc..) y contaminantes producidos en el procesado de los alimentos (acrilamida).

Por esto, la Comunitat Valenciana lleva a cabo programas encaminados a controlar que los alimentos no superen los límites máximos establecidos legalmente en toda la Unión Europea u otro límite o valor toxicológico de referencia.

En los últimos años, y como demuestra la última de las acciones de la EFSA, los contaminantes químicos han adquirido mucha importancia en los planes de seguridad alimentaria destinados a garantizar un consumo libre de sustancias tóxicas. Esto se debe a que, para algunos de estos contaminantes químicos, la dieta es una de las principales fuentes de exposición. Una de las principales dificultades con las que se encuentran los expertos al tener que analizarlas es la disparidad y diversidad de sistemas para investigar los riesgos en los distintos países, motivo por el cual se están llevando a cabo distintos proyectos europeos destinados a armonizar el análisis.

NUTRICIONALES

Uno de los objetivos del IV Plan de Salud de la Comunitat Valenciana es garantizar y promover una alimentación saludable y mejorar la calidad de las actuaciones dirigidas a la protección de la salud de la población frente a los peligros asociados al consumo de alimentos. Para alcanzar este objetivo se señalan acciones como la regulación de las máquinas expendedoras de alimentos y bebidas (MEAB) siguiendo criterios de índole nutricional, incrementar el consumo de frutas y verduras en la población, fomentar la alimentación saludable y el comercio de proximidad en los comedores escolares, de hospitales y residencias, y reducir el consumo de grasas saturadas, sal y azúcares en la población.

El interés creciente de la sociedad en conocer la procedencia de los alimentos que consume y si los métodos de producción empleados son respetuosos con el medioambiente ha supuesto el desarrollo normativo para regular la venta de proximidad de productos primarios y agroalimentarios.El I PlàValencià de ProducciòEcològica establece medidas para el “Fomento de un consumo consciente, responsable y ecológico”.

Dada la relevancia de la alimentación en edades tempranas y que en la Comunidad Valenciana el 41,1% del alumnado menor de 16 años realiza su comida principal en los centros educativos, se ha optado por el desarrollo normativo para el fomento de un alimentación saludable y sostenible en el ámbito de la administración pública y por la realización de un programa que pretende evaluar todos comedores escolares en el periodo de tres cursos consecutivos. Los objetivos perseguidos han sido evaluar: a) la oferta alimentaria de los comedores escolares, b) la oferta de frutas y verduras, especialmente de venta de proximidad y/o de producción ecológica y c) la ubicación y oferta de alimentos y bebidas a través de máquinas expendedoras. Para más información a este respecto consulte la Evaluación y Fomento de la Calidad Nutricional de la Oferta alimentaria en Centros escolares 2016-2019 contenida en el Plan de Control Oficial de la Cadena Alimentaria de la Comunidad Valenciana(págs. 185-199 del documento).

 

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